No queria conocerte, no quería ser parte de algo otra vez, estaba tan rota, dentro de mi ya no había más que un desierto, nada que ofrecer, no moría por ser esa persona especial de alguien mas, ya no tenía ganas de sentirme maravillada por el rose de la piel de alguien mas, solo buscaba estar cerca de alguien para engañarme y creer que aún podía pertenecer.
El se acerco sin intención de quedarse, solo quería, igual que yo, sentir que pertenecía, sin saber que podíamos haber hecho click desde antes. Lo inexplicable, lo inesperado, lo asombroso PASO.
Recuerdos vagos acompañan ese día, la emoción de saber que existía alguien que me entendía, qué estaba tan cerca y que nunca reconocí como un igual.
No me cautivo, me asusto, me dio un escalofrío de miedo, cómo es posible que él siendo quien es pudiera hacerme sentir parte de algo grande y talvez en un inicio fue algo forzada la sonrisa pero con el paso de los minutos todo se volvió tan natural, tan nuestro, como si todo lo demás no existiera, como si todos fueran invisibles.
Recuerdo su forma de verme mientras escuchaba todo lo que tenía que decir tan atento a los detalles, a mis expresiones, a mis palabras, como si se tratara de un suceso que no se repetirá jamás.
Pasamos por tanto en tan poco tiempo, y es que la idea, el plan no era quedarse, era solo ser una más pero se convirtió en ese alguien, ese a quien le dedicas las sonrisas, las lágrimas, las peleas, las alegrías, los chistes malos y las imágenes de perritos, es que se convirtió en eso especial que ya no buscaba, me devolvió lo que había perdido, las ganas de querer despertar con un mensaje de #buenos dias#.
No es perfecto pero tampoco lo soy yo, y esa complicidad que tenemos al mirarnos entendemos que ya estamos cansados de ser vagos esperanzados, nos cansamos de buscar ese para siempre, nos entendemos y ya no somos ajenos a las palabras de cariño, de aprecio, de amor.
Somos, el y yo, tan diferentes y esa diferencia nos une como el ying-yang, como la leche con el chocolate, y es que cuando menos lo pensaba, cuando menos lo queria, cuando mas lo necesitaba, llego, aparecio, me saludo, hablamos, nos besamos, pasamos tiempo juntos, nos descubrimos, nos gustamos, nos besamos mas, peleamos, desconfiamos, lloramos, intentamos alejarnos, nos quedamos, nos abrazamos, nos reconciliamos, seguimos peleando, empezamos a confiar, lo arruinamos, lo arreglamos, nos besamos cada vez más, decidimos, cambiamos, nos dio miedo, aprendimos a estar lejos y cerca, aprendimos a escuchar, hablamos más, hablamos diario, todas las noches, todo el tiempo, chateamos, nos conocimos cada vez más, y seguimos conociendonos, ya no queremos estar lejos, ya no queremos irnos, nos vamos a ayudar, vamos a superar los hubiera juntos, ya no sabremos qué es lo que es estar solo por que ya no lo estaremos.
Se volvió mi guía, mi fortaleza, y con él puedo desmoronarme, puedo ser yo, no presentable, o demasiado presentable, puedo ser yo, borracha de vino y desabotonando mi pantalon por que ya no puedo comer mas, puedo ser yo desnuda y juguetona, invasiva y cursi.
Me enamore, lo arruine, y me enamore mas por que el se quedó incluso cuando yo no quería quedarme, se quedó.
