Seguidores

viernes, 21 de agosto de 2020

... d-escribo ...

 He pasado por tantos amores, he creído tantas veces reconocer al amor de mi vida o mi vida en un amor, he aprendido a besar de muchas maneras, ya descubri como me gusta el sexo y para ser honesta no siempre se me antoja el café, sigo siendo despistada pero ya no confundo la inocencia con la estupidez, creí tantas veces que moriría de amor y al final solo terminaba con un dolor de cabeza y un malestar en el estómago.


Dicen que ya no estamos en edad para jugar a los novios pero tampoco me siento en edad como para dejarme y ser para alguien más, me gusta ser para mi. Disfruto de mi tiempo, de mi soledad y mi compañia, me gusta ser desafiarme y pensar que soy la mas extrovertida cuando en realidad muero de miedo por todo lo nuevo que empieza.


Me desafío, me impongo, aprendi a decir NO /y vaya que me tarde/, ya se que es lo que no me gusta y de ahí voy eligiendo lo que sí. Me eduque en el arte de tomar malas decisiones y a enfrentar las consecuencias. Soy la unica en mi cuento y no una más en la historia de alguien. Puedo sentarme en la mesa con judas sin que me quite el hambre y sin que perturbe mi paz. Empiezo a aceptar mis defectos a hacerlos míos y a luchar con aquello que quiere cambiarme. No quiero encajar, no quiero ser la pieza faltante para ser parte de alguien. Yo soy la única pieza, la extravagante, la que salió defectuosa y por ende es la más deseada.


No pretendo subirme el autoestima mirándome al espejo y diciendo lo perfecta que soy, por que no lo soy, me quiero por lo que me diferencia de cualquier otra persona, hoy por hoy, soy una mujer que no pide, al contrario toma lo que quiere y no voltea para ver quien la mira, quien quiera atravesarse en mi camino no saldrá ileso pero tampoco se ira con las manos vacías.